Cuando pensamos en el dolor en los pies, solemos atribuirlo a factores estructurales como angulaciones, asimetrías o deformidades. Sin embargo, en muchos casos, la causa del dolor puede tener un origen neural. Comprender la interacción entre neurociencia y biomecánica es clave para un enfoque más completo y efectivo en el tratamiento de patologías podológicas.

El papel del sistema nervioso en el dolor podológico
El sistema nervioso desempeña un papel fundamental en la percepción del dolor. No siempre el problema reside en una estructura alterada o en un patrón biomecánico ineficiente, sino en cómo el cerebro y los nervios interpretan y procesan la información sensorial. Un fallo en este sistema puede generar dolor incluso sin una lesión evidente.
Algunos ejemplos de dolor neural en podología incluyen:
- Neuralgia del nervio tibial posterior (Síndrome del túnel del tarso): Sensación de quemazón o calambres en la planta del pie.
- Neuroma de Morton: Compresión de los nervios interdigitales, provocando dolor punzante entre los dedos.
- Sensibilización central: Cuando el sistema nervioso se vuelve hipersensible y amplifica el dolor, sin una causa estructural clara.
Enfoque multifactorial: más allá de la estructura
Para abordar correctamente el dolor en los pies, es esencial considerar:
- Factores estructurales: Alineación ósea, movilidad articular, deformidades como juanetes o pie plano.
- Factores biomecánicos: Distribución de cargas, patrón de marcha, uso de calzado.
- Factores biopsicosociales: Estrés, ansiedad, calidad del sueño y su impacto en la percepción del dolor.
- Factores neuromotores: Fallos en la activación muscular y en la coordinación motriz.
Un tratamiento efectivo debe contemplar todos estos aspectos. Centrarse solo en corregir una alteración estructural puede ofrecer una solución parcial o temporal del problema.
¿Cómo integrar la neurociencia en los tratamientos podológicos?
- Evaluación integral: Analizar no solo la pisada y la estructura, sino también la sensibilidad nerviosa y la respuesta del paciente al dolor.
- Reeducación neuromuscular: Ejercicios específicos para mejorar la activación muscular y la coordinación.
- Terapias manuales y neuromodulación: Técnicas como la terapia neural o la estimulación eléctrica pueden ayudar a regular la respuesta del sistema nervioso.
- Plantillas personalizadas: Diseñadas no solo para corregir la pisada, sino para optimizar la interacción entre el pie y el sistema nervioso.
- Educación del paciente: Explicar el papel del sistema nervioso en el dolor ayuda a reducir el miedo y mejora la adherencia al tratamiento.
Conclusión
El dolor en los pies no siempre es un problema meramente estructural. Considerar la neurociencia y la biomecánica como partes de un mismo sistema permite abordar el dolor de manera más efectiva y duradera.
Si sufres molestias persistentes en los pies, consulta a un podólogo especializado que pueda evaluar tu caso desde una perspectiva global.

Dr. Alberto Martínez Oller
Soy experto en biomecánica y profesor del Máster de podología pediátrica y del curso de técnicas manipulativas de columna y pelvis, en ellos disfruto formando a fisioterapeutas y podólogos en las competencias biomecánicas.