Categorías
Dolor en la ingle Medical Podología y deporte

Impingement o pinzamiento de cadera

Si sientes dolor en la ingle una de las opciones que debemos descartar es el Impingement o pinzamiento de cadera​.

¿Por qué tengo dolor en la ingle? ¿Por qué me duele la cadera?​

Si sientes dolor en la ingle o en la cadera una de las opciones que debemos descartar es el Impingment​ o pinzamiento de cadera​.

El Impingement es una anomalía ósea de la articulación de la cadera que provoca lesión en el cartílago, tanto del lábrum como del cartílago articular y puede ser la antesala de la osteoartrosis.​​

Se produce un roce anormal entre los huesos de la cadera, concretamente entre la cabeza del fémur y el acetábulo de la pelvis.

Produce dolor inguinal (dolor en la ingle) muy característico, que nos indica el daño que se está produciendo el cartílago de la cadera.

También es frecuente una limitación del rango articular de la cadera. Que muchas veces se evidencia en actividades cotidianas o en actividades como el Yoga. Donde a la persona le es imposible realizar el mismo tipo de ejercicio con una extremidad comparada con la contralateral.

¿Qué causa el pinzamiento de cadera?

Se atribuye a una combinación de genética, alteración del crecimiento y uso excesivo en ciertos gestos deportivos.​ Cada deporte conlleva unos gestos repetidos que al final pueden provocar problemas articulares por sobreuso.

​De todas maneras no todas las personas con Impingement acaban desarrollando limitación y pueden desarrollar su actividad deportiva toda la vida, aquí tendrá gran relevancia la intensidad deportiva y la frecuencia en la práctica de dicho deporte.​

Reconocer determinadas tendencias posturales en edades tempranas, será determinante para poder implantar ejercicios para compensar posturas que lo podrán facilitar en determinadas actividades deportivas.

No tener en cuenta las lateralidades del paciente y los desafíos deportivos que exponen esa articulación de forma asimétrica a mucho más estrés que la cadera contralateral es un riesgo importante que puede acabar con los sueños deportivos de muchos de nuestros pacientes.

Tipos de impingement

​Podremos encontrar tres situaciones.​ Impingement tipo Pincer, Cam y Combinado.​

  • El Impingement tipo Pincer, produce el pinzamiento porque la cavidad de la cadera (acetábulo), es demasiado profundo o gira hacia adelante, lo que hace que el lábrum se aplaste entre su borde y el cuello del fémur.​ En definitiva, es una condición en la que hay un exceso de cobertura del acetábulo sobre la cabeza del fémur en la articulación de la cadera.
  • El Impingement tipo Cam, es producido porque la parte esférica de la cabeza del fémur no es redondeada, no girando con normalidad dentro de la cavidad. ​
  • En el pinzamiento femoro acetabular tipo CAM (el tipo combinado), se puede ver radiográficamente como se desarrolla una exostosis (deformación ósea) como una protuberancia ósea entre la cabeza y el cuello del fémur. Esta alteración de la forma natural podrá generar un roce también anormal en su contacto con el acetábulo. Generando fuerzas de fricción y compresión en zonas de la articulación que pueden acabar en lesión.

Factores de riesgo

Será frecuente en deportes de raqueta como Tenis o Pádel, sobre todo en diestros o zurdos homogéneos, donde el pivote sobre la pierna de apoyo, provoca una importante compresión/rotación de la cabeza femoral, sobre todo cuando la pierna contralateral no está en contacto con el suelo.

Lesión por ejemplo que sufrió Gustavo Kuerten y Magnus Norman entre otros… ​

​Aunque en deportes con simetría como el running, si hay algún desequilibrio pélvico, también puede ser motivo frecuente de consulta.​

Tratamiento

Como en cualquier tratamiento, debemos enfocarnos en que causas lo generan para intentar minimizarlas, qué síntomas padece el paciente para poder conseguir la reducción del dolor y qué nivel de daño tenemos en la articulación para poder valorar qué tratamientos más invasivos pueden ser los más eficaces.

Cuando hablamos de tratar las posibles causas, tenemos que ver qué desequilibrios posturales pueden estar implicados en la lesión. Qué deportes practica el paciente y pueden estar favoreciendo la misma para modificar la técnica y adecuarla a cada paciente.

Las posturas las podemos intentar modificar bien con tratamientos ortopodológicos en forma de plantillas, combinados siempre con ejercicios donde trabajemos la musculatura que está con una falta de activación suficiente como para ayudarnos a conseguir los cambios deseados.

Para la sintomatología podemos utilizar muchas veces inversores de gimnasio, donde al colgarnos desde los tobillos, la tracción que genera el tronco del paciente sobre la cadera, reduce la compresión y por tanto los síntomas, aunque claramente de forma muy temporal.

Se valorarán infiltraciones con corticoides para reducir la sintomatología dolorosa.

También podrán estar indicadas infiltraciones con Plasma rico en Plaquetas PRP, donde buscaremos revitalizar el cartílago si la lesión es incipiente, es decir, si está en sus inicios.

Infiltraciones con proloterapia muchas veces también no pueden ser de gran ayuda.

Siempre combinados con todas las técnicas fisioterapéuticas que tenemos a nuestro alcance.

Si todos los tratamientos anteriores no han sido suficientes y la limitación para una actividad normal es notable, deberemos valorar la posibilidad quirúrgica.

Teniendo en cuenta que esta lesión, de no ser diagnosticada y tratada a tiempo, puede ser la antesala de una prótesis a medio o largo plazo, no nos cansaremos en insistir de la importancia preventiva para evitar males mayores.

Así que, si tienes molestias inguinales, consulta con tu podólogo de confianza, es importante detectar la causa y poner tratamiento antes de que sea demasiado tarde.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *